¿Te has preguntado cómo funcionan?
Si bien estas organizaciones no persiguen el lucro como objetivo principal, su funcionamiento se asemeja al de cualquier empresa lucrativa, con la diferencia de que su propósito central es generar un impacto social positivo.
Aunque suene raro, son empresas -gestionan dinero, hacen proyectos, contratan gente e incluso son más transparentes con sus políticas- se crean con la unión de esfuerzos y recursos para un determinado fin ¡hacer el bien!
¿Y la ley? ¿Cuál es su marco legal?
Tienen que cumplir ciertas reglas para poder operar. Cada país tiene sus propias leyes, pero en general, todas deben estar registradas y cumplir con ciertos requisitos.
El marco legal que les regula en América Latina es diverso y presenta desafíos particulares en cada país. Si bien existen similitudes en cuanto a los requisitos de constitución, registro y transparencia de recursos, las normativas específicas varían considerablemente. No resulta lo mismo una organización dedicada al medio ambiente, a otra que tiene fines de salud o a la que ahora están a la vanguardia en temas de tecnología. Este contexto legal, aunque complejo, es fundamental para garantizar la legitimidad y la sostenibilidad de estas organizaciones.
Genéricamente convergen y deben dar cumplimiento a las materias legales siguientes:
Civil / Corporativo: Para constituirse como personas jurídicas, deben cumplir con las leyes civiles y corporativas aplicables en su país. Esto incluye la elaboración de estatutos, actas constitutivas y el registro ante las autoridades correspondientes, que les otorga personalidad legal y regula su funcionamiento interno.
Legislación Tributaria: Aunque muchas tienen beneficios fiscales, deben registrarse ante las autoridades tributarias y cumplir con obligaciones como emitir comprobantes fiscales, presentar declaraciones y reportar el uso de recursos, especialmente si reciben donativos nacionales o internacionales.
Derecho Laboral: Al contratar personal, están obligadas a respetar las leyes laborales de su país. Esto incluye garantizar derechos como salarios justos, seguridad social, vacaciones y condiciones laborales dignas, así como gestionar contratos laborales de acuerdo con la normativa local.
Propiedad Intelectual: Muchas generan activos intangibles como estudios, inversiones, marcas, logotipos, publicaciones y diseños que deben ser protegidos. Esto asegura que su identidad y sus productos no sean utilizados sin autorización, protegiendo así su reputación y recursos intelectuales.
Derecho Comercial y Tecnológico: También realizan actividades económicas, como organizar eventos, comercializar productos o contratar servicios. Estas actividades las sujetan a regulaciones comerciales, tecnológicas y contractuales, incluyendo la protección de datos y el comercio electrónico en algunos casos.
Legislaciones Especiales: Muchas a su vez están sujetas a leyes específicas, como las de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo. Si bien los casos de vínculos con actividades ilícitas son mínimos, estas regulaciones buscan garantizar la transparencia en la gestión de recursos, especialmente cuando los fondos provienen del extranjero.
Los desafíos de ser un héroe
Ser una ONG no es fácil. Para comenzar, conseguir dinero suficiente para todos los proyectos y lidiar con la burocracia es su labor todos los días, pero a pesar de todo, siguen adelante, impulsadas por su pasión por hacer el bien.
El alto nivel de vigilancia al que están sujetas no debe verse como una barrera, sino como una oportunidad para mejorar su transparencia y credibilidad. Cumplir con las normativas legales no solo evita sanciones, sino que refuerza la confianza de donantes, beneficiarios y autoridades, permitiéndoles maximizar su impacto social.
Establecer sistemas eficaces de cumplimiento normativo les puede permitir enfocarse en sus objetivos sociales, administrar adecuadamente sus recursos y fortalecer su reputación. Con un manejo responsable y alineado con las leyes, también pueden garantizar su sostenibilidad, atraer apoyo y mantener la confianza de la sociedad.
¡Oriéntate y crece!
Como participantes activos en el sector, sugerimos explorar a fondo la estructura legal de tu organización. Comprender su naturaleza jurídica, el marco regulatorio que les rige y las autoridades antes las que deben interactuar es esencial para garantizar la sostenibilidad y el éxito de los proyectos.
Al identificar sus obligaciones legales específicas, es posible tomar decisiones estratégicas, evitar sanciones y fortalecer la confianza de sus “stakeholders”.
Permítete guiar.
Como en cualquier empresa lucrativa, en el sector social sí, hay especialistas que ofrecen una visión integral del entorno legal en el que operan las organizaciones.
Los beneficios de conocer su marco legal son múltiples:
Seguridad jurídica: Evita sanciones y litigios innecesarios.
Mayor credibilidad: Fortalece la confianza de donantes, aliados y beneficiarios.
Acceso a oportunidades: Facilita el acceso a financiamiento y a nuevos proyectos.
Desarrollo sostenible: Contribuye a construir un sector social más sólido y transparente.
¿Quieres saber más?
¡No dudes en contactarnos! Hay muchas organizaciones increíbles haciendo un trabajo fantástico en toda América Latina.
¡Súmate que juntos se construye un mundo mejor!
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