Hace 8 años que me toca dirigir la Comisión Pro Bono del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, una red que, desde hace 24 años nuclea a 40 estudios jurídicos, deptartamentos legales de empresa, y a más de 3000 abogados a nivel nacional que, de manera organizada, voluntaria y colaborativa brindan asesoramiento legal gratuito a más de 1000 organizaciones de la sociedad civil, a personas y comunidades en situación de vulnerabilidad y en causas de interés público.
Desde la Comisión Pro Bono, estamos convencidos, desde nuestra génesis, del papel esencial que las organizaciones de la sociedad civil (OSC) desempeñan en el tejido social y político de cualquier sociedad, en especial en Argentina en estos tiempos que corren. Son actores vitales que representan y abogan por los intereses de diversos grupos en situación de vulnerabilidad, a la vez que promueven la participación ciudadana, supervisan a las instituciones públicas y privadas, proporcionan servicios vitales y fomentan la innovación social.
Es por ello que a lo largo de los años acompañamos a estos espacios en sus procesos de regularización, potenciando su impacto y alcance. Sin embargo, persiste un denominador común dado por el desafío que enfrentan las organizaciones a la hora de bregar por el sostenimiento y cumplimento de aquellos requisitos en miras a gozar de “una buena salud” organizacional.
Ahora bien, la influencia de la inteligencia artificial (IA) está emergiendo como un factor cada vez más significativo en el panorama de las OSC, con una gran potencialidad de impacto, tanto hacia el interno de la propia organización como hacia los actores a los cuales alcanza con su actividad.
En este gran universo de posibilidades y potencialidad de impacto de la IA, puntualmente en lo que hace a la salud organizacional de las OSC, Legal Check representa la manera en que la IA es utilizada para promover y contribuir a la sostenibilidad de la estructura organizacional de estos actores vitales del sistema democrático. Esta iniciativa llega como una innovación que permitirá a través de la IA que las OSC puedan autodiagnosticarse, obtener información a través de un chatbot a la vez que ser asesoradas por la Comisión, para el caso que lo requieran. En consonancia con ello, podremos obtener datos de cuáles son las principales necesidades y pensar en generar las respuestas para ello.
En esta línea, la IA puede ser utilizada para mejorar la eficiencia y la efectividad de las operaciones internas de las OSC. Por ejemplo, los sistemas de IA pueden ser utilizados para analizar grandes conjuntos de datos y extraer información valiosa sobre las necesidades y preferencias de las comunidades a las que sirven estas organizaciones. Esto puede ayudar a las OSC a tomar decisiones informadas sobre cómo asignar sus recursos y diseñar programas y servicios que tengan un mayor impacto en la sociedad.
Además, la IA puede ser utilizada para mejorar la prestación de servicios a sus beneficiarios. Por ejemplo, los chatbots pueden ser utilizados para proporcionar asistencia y apoyo a las personas que buscan información o ayuda en línea, tal como lo venimos implementando desde la Comisión respecto a las personas físicas en situación de vulnerabilidad que procuran asesoramiento legal gratuito.
Por otro lado, en el ámbito de la participación ciudadana, la IA puede desempeñar un papel importante en el fortalecimiento de la voz y la influencia de los ciudadanos en el proceso político y de toma de decisiones. Por ejemplo, las herramientas de IA pueden ser utilizadas para analizar grandes cantidades de datos procedentes de redes sociales y otros medios de comunicación, identificando tendencias, opiniones y preocupaciones de la población. Esta información puede ser utilizada por las OSC para informar sus campañas de sensibilización, movilizar a los ciudadanos en torno a temas importantes y abogar por cambios políticos y sociales.
En resumen, las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel crucial en la promoción del bienestar social, la participación ciudadana y el fortalecimiento de la democracia. La influencia de la IA en las OSC está emergiendo como un factor importante que puede afectar tanto sus operaciones internas como sus actividades externas. Si se utiliza de manera responsable y ética, la IA tiene el potencial de mejorar la eficiencia y la efectividad de las OSC, fortalecer la participación ciudadana y ampliar el alcance y el impacto de su trabajo en la sociedad, acompañando a los sectores más vulnerabilizados.
Todo ello, sin perder de vista que el trabajo en Red es siempre el camino, la respuesta y la solución.
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